lunes, 10 de febrero de 2014

Manifestum.

Nosotros fuimos los abanderados, portábamos el lema sobre nuestros hombros, gritábamos enardecidos a la libertad con las manos alzadas. El viento despeinaba nuestras melenas perfectamente engominadas que cada noche le guardaban culto a una mano ajena e indecente. No conocíamos el escrúpulo, bebíamos a morro de cualquier botella o labio. Nuestras huellas fueron retratadas, éramos jóvenes y amábamos la vida. Nacimos así.

domingo, 9 de febrero de 2014

Comenzó su dedo a tocar mi ombligo y sonó mi respiración como un tocadiscos. Aquella no era más que una noche cualquiera repleta de minutos inusuales. Dos simples segundos bastaron para cerrar los ojos ante su aliento estremecido y empezar, con los sesos esparcidos por la atmósfera de aquel salón, a bailar como dos parisinos de bigote y acento en algún barrio marginal de la capital. Parecíamos dos enamorados. Y en realidad no éramos más que dos descerebrados que jugaban a tener corazón.

sábado, 11 de enero de 2014

Angie.

Eres un alma que aparenta serenidad y esconde salvajismo. Eres la más rebelde de las rubias, tanto que gobiernas el sentido con tu mirada destructora. Te ocultas tras un manto de rock cautivo y tocas el alma con dos dedos. Evitas todo pensamiento ordinario o monótono, porque tu mente busca en la existencia una sensación de originalidad. Escapas de la realidad como si no formara parte de ti. Buscas un mundo en el que acepten tu condición, pero si todos te aceptaran tú misma buscarías la monotonía para volver a ser la emperatriz de ese reino que te pertenece como el rock a la música. Eres el sueño perfecto de todo hombre que duerme entre sábanas de lúgubre imperfección. Vives enajenada por tu propia persona y escuchas con atención catorce consejos que nunca tomas en cuenta. Eres inédita y la autenticidad de tu mirada lo verifica. Tu impotencia descubre caminos inexplorables. Las veces tus palabras suenan como exhortativas. Tus dedos sueñan con tocar el alma de algún desgraciado que teme tu respuesta. Sonríes como atónita y eres el contraste rojo de un día oscuro. Tu boca arde como si no existiera otro día para hallar el mundo en los labios de algún capataz. Cuando hablas parece que el corazón se tiñe de un púrpura intenso. Tus pupilas cautivan a cualquier campesino, noble o sacerdote. Eres intriga, un alma envuelta en quince primaveras que apenas es capaz de respirar sin sentir la adolescencia ardiente en sus entrañas. Te contaría que eres fantástica, insuperable, imprescindible, pero ni mucho menos eres la perfección. Eres la imperfección en persona, y es esa imperfección la que te hace tan sumamente irresistible...

lunes, 6 de enero de 2014

Últimamente me está costando vivir a ciegas; esta venda me está ocultando ya demasiadas verdades.

viernes, 3 de enero de 2014

Sólo me hizo falta aterrizar y pisar aquella tierra para saber que aquello iba a ser mi Arcadia particular, que aquel lugar repleto de hombres con bigotes despeinados y las veces pintorescos era el que mi corazón había elegido para sucumbir a lo que solían llamar amor. Caminé durante una media hora por aquel aeropuerto fascinándome a cada instante observando cada mueca que gesticulaba aquella multitud que me rodeaba y en la que yo esperaba encontrar los ojos que me avistaran y se acercaran rápidamente para estremecer mis entrañas como si algún tipo de brisa embriagadora me hubiera acechado. Al volver a abrir los ojos, bislumbré aquella espléndida ciudad repleta de macarrones y artistas bohemios sentados en las escalinatas dibujando atardeceres en busca de un trozo de pan y fama que llevarse a la boca. Estaba cayendo la noche sobre las fachadas arcaicas y el latín volvía a caer en el olvido bajo la oscuridad de una ciudad tremendamente iluminada por un pasado glorioso. Aún estaba fascinado recorriendo las avenidas de aquella ciudad cuando tropecé de repente con mi destino. Era aquel teatro olvidado que yo andaba buscando desde hacía tantos años. Abrí las puertas sigilosamente y observé que había tres italianos ensayando para una obra que parecía llevar mucho tiempo a punto de estrenarse. Me fui acercando lentamente hacia aquel escenario destartalado y me planté frente a él. Sonaba una melodía a piano que me invitaba a abrir la boca con aires de sorpresa. Estaba distraído examinando cada recoveco de aquel lugar que invitaba a desconectar la razón por unos instantes y sentarse a escuchar aquel ruido perfumado que inundaba el enorme y anciano salón cuando uno de los personajes (el cual me resultaba misteriosamente familiar) pegó un salto desde el escenario y comenzó a dar pasos flemáticos hasta llegar a una distancia de menos de dos dedos de mi rostro. Cuando contemplé en seco su mirada cautivadora  llegué a la conclusión de que era la persona que había visto tantas veces en las palabras de mis relatos. Antes de que pudiera acabar de asimilar lo que estaba observando, noté de incógnito unos labios besando mi mejilla y deslizándose paulatinamente hasta mi boca enajenada. Cuando aquellos ayudantes del diablo rozaron mis labios no supe siquiera distinguir en qué etapa de mi vida me encontraba o cual era el motivo de que yo hubiese arrivado a aquel lugar empujado por las manos masculinas de la ventisca que azotaba el Mediterráneo en aquellos días de noviembre.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Adieu, 2013.

Contra todo consejo, mirar atrás a veces es algo tan gratificante... Acaba ya uno de los años de mi vida, año en que toda hazaña ha iniciado su camino. Sin duda ha significado un despertar completo de todos los sentidos, un florecimiento de todas las sensaciones que andaban escondidas dando a paso a un proyecto de felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico, grandioso... Ha sido el año de mis dieciséis, del dieciséis, el año de las revoluciones en mi vida, de los secretos a voces, de las experiencias, de lo inesperado, de los sentimientos incandescentes, de los días grises con sabor a gloria, del amor incomprensible, de los sueños en proceso. Pero sobre todo, lo que más agradezco es haber encontrado tantísimo apoyo por parte de todos los que me rodean y haber comenzado una nueva vida al lado de los que de verdad merecen la pena. Quiero darle gracias a quien dirija esto del destino por haberme dado la oportunidad este año de comenzar a abrir los ojos, de saber quién soy, de saber a dónde pertenezco y de darme la fuerza necesaria para empezar a caminar hacia lo que augura ser mi culmen. Brindemos por haber renacido. Adieu, 2013, hasta siempre.

lunes, 23 de diciembre de 2013

"Trataremos de buscar cada exquisito detalle de la vida en la virtud, que ni el exceso ni el defecto se apoderen de nuestro espíritu pintoresco y las veces mentiroso sin escrúpulo."

miércoles, 18 de diciembre de 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

"Éxtasis, lujo, champán, vicio, esquizofrenia, florecimiento, brote, surgimiento, velocidad, desmesura, seres alados, desinhibición, vino tinto, descontrol, desmelenamiento, revelación, revolución, extravagancia, maquillaje, berridos, banderas, orgullo, sudor, diez mil guitarras al unísono, pelucas, dilatación, derramamientos, gritos, locura, oscuridad, improvisación, desnudos, carcajadas, disloque, cigarros, cabelleras a los cuatro vientos, RENACIMIENTO."

martes, 10 de diciembre de 2013

ηδονή.

El día había caído en picado y la luna cargada de vicio y alaridos se colocaba lentamente sobre el techo que cubría aquel caserío del desarme a las afueras de la vieja capital en la que todavía se escuchaban gritos que anunciaban la revolución. La cama de aquella habitación chirriaba de manera desmesurada mientras los berridos atragantados anunciaban una noche velada por el placer. Las pasiones parecían haberse adueñado del sentido de todo ser vivo que deambulaba por aquel camastro. Las espaldas empezaban a ser lodo marcado por las huellas del salvajismo enamorado. Se fundían los géneros y los números en aquella cópula gramatical desmedida.  Los dedos arañaban las sábanas. Los labios besaban con euforia cada poro. Los cuerpos dejaban de ser materia para convertirse en almas rendidas al hedonismo. Sonaban ladridos en francés. Los ojos se abrían con fuerza y las miradas dominaban la razón. El sentido de la vida se mostraba en todo su esplendor...

lunes, 25 de noviembre de 2013

"Cuando voy caminando por la calle, me miran como quien ve una bolsa vieja y rasgada e ignora por completo que en su interior guarda millones de dólares, o mil monedas de oro, o la carta de un niño que tiene un sueño, y no cualquier sueño."
Me miras con fascinación mientras muevo el bolígrafo sin estar escribiendo. Y vuelvo la mirada hacia ti. Y no logro comprender que hace que tus ojos se iluminen de esa manera. A penas alcanzo a comprender cómo has tocado mi alma con esos dos dedos traviesos que tienes, cómo busca tu voz el viento para tocar mi oído. Vuelvo a mirar mi folio y de repente me estremezco pensando que eres el rostro que me esperaba a las puertas de Bohemia. Y vuelvo a mirarte a la cara. Ahora eres tú quien observa un punto muerto buscando alguna clave de sol que alegre tu día. Mis musas me gritan que vuelva a mis pensamientos, que ando confundido, que estoy deambulando por el mármol sin rumbo. Pero, oye, no quiero escucharlas: Mis latidos cantan en otro tono.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Con una venda en los ojos voy a enfrentarme a la verdad.

sábado, 9 de noviembre de 2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Y por qué no ser feliz en esta vida y todas las que quieran venir?

No sé si será que esto de la filosofía me está tocando el seso demasiado o es la bendita euforia de los dieciséis, pero he llegado a la conclusión de que nosotros, los que tenemos pocas armas para averiguar el principio y el fin de nuestra existencia, debemos utilizar nuestra inteligencia hasta la saciedad pero no dejar nunca de vivir, no buscar la felicidad, sino disfrutar de ella a través de los placeres que tenemos más a mano e intentar alcanzar aquellos que se nos escapan. Y con esto quiero decir que debemos utilizar todos esos tópicos clásicos sobre el 'carpe diem', 'tempus fugit', pero no con la idea de que se acaba nuestra vida, sino pensando en que hay que disfrutar el momento, por lo que pueda venir. Si es verdad aquello de  que algún día nuestra alma se deshará de lo que la cohibe y que la felicidad plena se encuentra en el más allá, ¿qué perdemos usando el placer en nuestro provecho? Y no digo para nada que perdamos de vista el conocimiento, pues a mi parecer, es algo esencial para que nuestro espíritu no pase hambre. Saber extraer a cada momento eso que nos da ese bienestar, disfrutar hasta de los días tristes y oscuros, exprimir el presente sin olvidar para nada el futuro, despreocuparse un poco, no conformarse con nada, llorar cuando haga falta, aprender, observar, hincar el diente a todo lo hincable, enloquecer de vez en cuando, gritar de rato a rato, saborear el arte y, que si todo fluye y todo pasa, con ello voy yo y quiero sentir ese tiempo corriendo por mis venas. Habrá quien no sepa de lo que hablo, habrá quien no comparta lo que yo digo, pero estas son mis sensaciones y así las he contado, y así quiero darle sentido a mi vida.

lunes, 28 de octubre de 2013

Enamórate.

Te invito a que te enamores de mis ganas de pegarle un mordisco a la cumbre de las montañas, de mis días rojos y apasionados, de mis tardes melancólicas, de mi meticulosidad a veces absurda, de mis ojos embarrados, de mis manos maleducadas, de mi palabras vanas, de mis palabras sensacionales, de mis dibujos escondidos, de mis carcajadas sin argumento, de mi acento al hablar francés, de mis orejas frías cuando aprietan los días crudos, de mi amor por los sentimientos, de mis lágrimas desmotivadas, de mis ironías rudas, de mis sarcasmos desorientados, de mi mirada al despertar, de mis dudas desordenadas, de mi espíritu rebelde, de mi cordura desmelenada, de mi cabeza pensante, de mi torpeza injustificada, de mi optimismo y mi esperanza, de mis canciones vagas, de mis silencios profundos, de mi cara de idiota, de mis dedos nerviosos, de mi cuerpo imperfecto, de mi espalda oscurecida, de mi entusiasmo cuando algo me fascina, de mis labios necios, de mis inquietudes y de mis miedos, de mis ideas, de mis múltiples defectos, de mi arte particular, de mi forma de ver el mundo, de mis decisiones poco acertadas, de mis sentencias, de mi inconformismo, de mi diversidad, de mis desganas, de mis pies andantes... Y de paso, ¿por qué no? Enamórate de mí.

sábado, 26 de octubre de 2013

Inspiró y expiró profundamente en aquel momento, y siguió maullando como un gato sin dueño. Y después gritó ante aquel océano de luces pálidas y tiritonas, gritó con rabia a aquel maldito astro que todavía no había dicho palabra cuando ella ya había sentenciado su frase más legendaria. Y la luna se limitaba a sonreír simplemente, como hacían todos cuando ella les contaba que era un alma extranjera en el universo. Y nadie imaginaba lo que susurraba su espíritu cada noche cuando estaba a solas con las tildes abstractas que le daban tono a sus palabras. Se sentía feliz pero echaba de menos los días grises, por eso se tragaba de vez en cuando alguna puñalada. Era indomable su capacidad para tergiversar los besos desganados con las luces pálidas y las horas que conformarían el futuro.

martes, 22 de octubre de 2013

Francés para mi corazón. Mi corazón cobarde. Que no entiende de días ni noches. Ni horas perdidas ni agujas mareadas. Ni películas de amor ni lágrimas de lagarto. Maldito cabrito, que sólo sabe que se excita. Maldito ignorante, que vive del placer y me reta a amar. Y me reta a encender el fuego. Y yo, bendito amante de los días parisinos, caigo a sus pies rendido.

domingo, 20 de octubre de 2013

Cuando el mago se cansa de hacer magia, habla del tiempo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Una historieta de estas que dura un fin de semana pero de esas que recuerdas el día de tu muerte, un beso de esos que alteran el pulso, una mirada de esas que crean sueños, un día que grite que es libre, una pajarita en ese tipo de camisas que te quitan en un arrebato de pasión, un dedo instruso, un berrido de placer, una avenida vacía y cinco amigos contentos, un hippie con traje y corbata, cuatro idiotas asomados por la ventanilla del coche con la lengua fuera...

lunes, 14 de octubre de 2013


Uno comienza a amar de forma incesante, inevitable e irracional.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Hasta el niño más bueno se sale de su camino alguna vez, aunque sólo sea para andar por las cunetas y experimentar lo que es pisar los charcos. Algún día se cansará de tocar barro y volverá al asfalto. Pero nunca olvidará el placer que supone revolotear de vez en cuando entre lo firme del camino y lo inestable de la cuneta.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Buenas. Hoy vengo a hablar de un tema que, al igual que toda la filosofía en general, suscita una curiosidad o interés que llega a causarnos una fuerte confusión. Quiero hablar de la ciencia. Esta disciplina que fue ocupando poco a poco cada uno de los campos que conformaban la filosofía, tiene un cierto auge y mucha gente supone y espera que ésta explique algún día cada fenómeno que ocurre en el universo y llegue a resolver la mayoría de las dudas existenciales que al ser humano, desde su etapa más inquieta, le provocan una auténtica confusión y unas ansias bastante exageradas de conocer sus orígenes y sus límites. Vengo a opinar que la ciencia, desde que comenzó a descubrir los pequeños misterios de la vida, no ha saciado para nada sus ganas de encontrar una explicación para todo. Y no dudo de que algún día la encuentre (si no desaparece antes la raza humana), pero todo esto conlleva un incoveniente que puede dar lugar a una profunda depresión progresiva del ser humano porque, y no tengo duda alguna, algún día encontraremos una respuesta totalmente indiscutible a una de las grandes preguntas que ha formulado el hombre y esa explicación, esa respuesta, nos desagradará. Y entonces alguien se preguntará: "¿Y si preferíamos ser ignorantes y no conocer una verdad tan absoluta como la que puede promulgar la ciencia?" Y es aquí donde entra esa parte mística, junto con la religión, el pensamiento, la fantasía y la respuesta individual que cada uno le da a los grandes interrogantes (si intenta darle respuesta). Con esto pretendo expresar que es preferible que siga habiendo siempre alguna pregunta que la ciencia no responda, porque es esto lo que le da al ser humano un pequeño campo libre de comprobaciones y racionalidad en el que puede llegar a diferentes formas de interpretación y donde puede inventar una realidad propia en la que él mismo sea feliz. Y es que, a veces, es mucho más interesante no conocer lo que uno siente, lo que es o hacia donde se dirige, porque esto le da la libertad que su mente y sus sentimientos necesitan. Con esto quiero llegar a que no debemos olvidar que existe una parte irracional del ser humano que le hace diferente a los demás y que permite que las ciencias místicas, la filosofía y el área abstracta de los estudios y de la civilización sigan vivas. 'No sé si me explico. Y eso me resulta realmente interesante.'

jueves, 19 de septiembre de 2013

Una noche de julio, a las tantas de una noche cuyo amanecer era ya inminente, en una calle empapada por la incesante lluvia nocturna de la capital del antiguo imperio, andábamos tú y yo cantando himnos de viejas glorias y gritando que éramos jóvenes y libres mientras bebíamos whiskey de garrafón como dos fracasados encantados con su fracasada vida. Deambulábamos como dos esquizofrénicos y nos tropezábamos a posta para poder tocarnos un poco o para alimentar nuestras carcajadas que cortaban el silencio de aquella oscuridad mojada. A duras penas logramos entrar en tu casa y, dando el último trago de whiskey, me abalancé sobre ti en aquella bañera de mármol que estaba medio llena con el agua que se colaba por aquel techo destartalado que tenías.Y allí no tuve nada más que hacer, ni tú, ni siquiera aquella vecina que nos gritaba en italiano mientras nosotros nos desgarrábamos bajo la atenta mirada de tu cuadro de Kurt Cobain.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Te despiertas una mañana y, mirando al techo, susurras: "Resulta que al final soy más humano de lo que yo mismo me había hecho creer."

martes, 3 de septiembre de 2013

“Maldita loca, maldito huracán de labios rojos.” Eso pensaba cada vez que se plantaba ante mí, embriagándome con su presencia. Luego me sonreía y nadie sabe la de reacciones químicas que se desataban en mi cuerpo estremeciéndome por completo. Después me comenzaba a hablar y sentía la necesidad de olvidar todo en lo que creía y rendirme ante ella. Cada cigarro que se fumaba, cada café que tocaba con la piel de sus labios... Todo era ya salvaje, como ella. Pero sus muerdos, oh Dios, eso no es comparable a nada que pueda expresar con palabras.

domingo, 25 de agosto de 2013

Paranoia.

No sé el origen de la vida ni sé cuál es su propósito. ¿Y si al final la ciencia no tiene nada que ver con todo esto? ¿Y si hay que inventar una nueva disciplina para estudiar lo que nos trajo aquí y su propósito? La vida es pura magia y me resulta muy curioso como una persona puede llegar a emocionarse con cuatro fuegos artificiales, y cómo le fascina observarlos como si se tratase de algo mágico. La mente en sí es algo misterioso. ¿Por qué el ser humano tiene miedo? ¿Por qué necesita creer en un Dios? ¿Por qué cree en lo sobrenatural? ¿Por qué queda fascinado ante algo desconocido? ¿Por qué no es capaz de no sorprenderse? ¿Por qué necesita llorar cuando se encuentra mal? ¿Qué extraña reacción provoca la felicidad? ¿Por qué tiene una sensación de embriagadez cuando observa algo que le fascina? ¿Por qué se enamora? ¿Qué es lo que hace que pueda inventar historias? ¿Hasta donde llega la imaginación? ¿Puede ser ésta una solución a nuestros grandes enigmas? ¿Por qué existe la vida? ¿A qué hemos venido aquí? ¿A dónde vamos? ¿De verdad la vida es tan simple y organizada? ¿De verdad no existe la eternidad? ¿Por qué cuando empezó la vida no estaba ya evolucionada? ¿Por qué nos han hecho trabajar tanto? ¿Hasta dónde tenemos que llegar? ¿Llegaremos a un punto en el que no queramos saber más sobre nosotros? ¿Por qué el primer ser vivo no sabía la respuesta a su origen? ¿De verdad habrá algún humano que logre contestar a estas preguntas antes de que nuestra especie se extinga? Supongo que vivimos felices y conformes en esta ignorancia.

lunes, 19 de agosto de 2013

Me siento como un artista. Me encanta disfrutar de la textura del agua en las yemas de los dedos. Me gusta inventar historias de locos. También adoro darme cuenta de cuando un momento va a formar parte de mi historia o de cuando una persona me embriaga con su presencia. Prefiero las gotas de lluvia en el pelo y el olor a tierra en el cielo. Me fascina impresionarme, el manejo de un bolígrafo en el folio, la música en los momentos eufóricos, la luz tibia en los ratos melancólicos, el café en las manos, el brillo en los ojos, el fuego en la mente, las carcajadas verdaderas, el beso injustificado, la sensación de que no hay nada que pueda estropear tus sueños, el hablar de las gentes, los hechos que harán historia, los pelos de punta en el momento más injustificado, los labios rojos, los brazos masculinos, las curvas incorrectas, la pasión incoherente, el sentimiento de que nada puede pararte, la superación de un miedo, el aire fresco en la piel descubierta, un papel ante la mirada en los días tristes, lo invertido, las camas deshechas, los armarios cerrados, las ventanas abiertas, lo extravagante, el zumo derramado, las siestas automovilísticas, los sueños irracionales, las camisas blancas y las camisetas anchas, la esperanza de encontrar mi porvenir, los proyectos de futuro, el deseo desmesurado, el salvajismo controlado, las ganas de volar, los profesores que hablan sin pausa, las colonias suaves, los callejones con salida, las eras de arroz, el detalle adecuado en el mejor momento, los pasillos exhaustos, el cielo nocturno en silencio, la tranquilidad, el estrés con gusto, las caras de sorpresa, las lágrimas de emoción, la atención de todos, los labios carnosos, las espaldas duras, la diversidad, las últimas noches del año, los últimos días antes de un gran acontecimiento más que el acontecimiento mismo, los dedos sobre la piel y la satisfacción de que ésta es sólo una pequeña parte de mi persona.

Cada vez veo más absurdo el hecho de tener que explicar lo que sientes y piensas al mundo. Cuando el mundo comience a ser crítico y no un cúmulo de ignorantes, hablaré con toda sinceridad y dejaré de comportarme como un auténtico hipócrita.

miércoles, 31 de julio de 2013

Más idiota, más animal, ¿más feliz?

El hecho de pensar le hace al ser humano ser más infeliz muchas veces. Y quien razona se está torturando en vida. Si todos fuéramos un poco más idiotas, o simplemente, menos humanos, pues la razón es lo que nos caracteriza, yo pienso que seríamos quizás más felices. Pero qué bendita contrariedad, pues si fuéramos más tontos y por ello más felices, ya no seríamos humanos; volveríamos a ser como perros que ladran cuando algo les duele o les molesta, como gatos astutos y silenciosos, como linces precabidos, como tigres devoradores o como pájaros que no hacen otra cosa más que volar y comer. Aunque... pensándolo bien... ¿no es ese el sueño de todo ser humano: vivir como un animal, sin preocupaciones y volando libre? Ahí lo dejo.

miércoles, 17 de julio de 2013

Las bocas abiertas.


“Bienvenidos, alumnos, a su primer año dentro de este lúgubre edificio al que algunos llamarán "instituto" y otros "cárcel matinal". Como casi todo en la vida, en esta clase existe la mezcla más heterogénea que jamás he visto. Y no me refiero a su nivel intelectual, sino a sus miradas. Por un lado observo algunas miradas de ilusión fusionadas con un pequeño puñado de nervios. Por otro lado observo miradas relajadas y conformistas que al final del curso manifestarán la misma tranquilidad para camuflar su asfixia vital. También he avistado por ahí alguna mirada de terror o tristeza que todavía no consigo descifrar. ¿Qué opinan ustedes? ¿Es de verdad el fin último de la vida la felicidad? Es decir, ¿debemos observar el horizonte con el único fin de ver la puesta de sol o debemos esperar un día entero para observar como a veces ese astro gigantesco nos quema, se esconde y huye de la noche despavorido?
Noto un cierto clima de tensión y en algunos rostros contemplo un gesto de confirmación del tipo “Era verdad lo que decían los mayores de que el instituto es difícil”.
Pero, señores, debo aclararles que esta cuestión no es algo que ustedes deban responder en este preciso momento, ni mañana. Incluso puede que ya la hayan respondido y ni siquiera lo sepan. La respuesta más justa a este planteamiento la encontrarán cuando sean ustedes capaces de observar en la vida algo más que el estudio, el trabajo y la sociedad.
Será entonces cuando muchos de ustedes destaquen en su interior con respecto a los demás. Y con los demás no me refiero a su grupo de amigos, sino al resto del mundo. Y les explico esto ahora porque creo que para pensar así en la vida hay que tener un punto de locura que los demás no apreciarán pero que les ayudará de una manera brutal a abordar cada obstáculo y, sobre todo, cada hecho positivo que se digne a acontecer en su vida. Debo confesarles que yo ya sé la respuesta a esa pregunta, pero desde hoy en adelante estarán ustedes sometidos al mayor examen que existe y del que nadie sale con vida. Por lo tanto, si han estudiado, lograrán aprobar antes de morir; pero si no lo han hecho, morirán ustedes suspensos, pero no sólo académicamente, sino también suspensos de una cuerda a la que llamaremos “incógnita”. Esta locura que les acabo de contar la tengo grabada de mi puño y letra en el corazón y todo gracias a esa pequeña pizca de locura que algún día supe encontrar en el mejor momento. Insisto en que guarden estas palabras en su mente y recuérdenlas en el mejor momento, pues será entonces cuando le sirvan para algo estas cuatro o cinco frases mal conectadas lógicamente.”
Y con eso y una sonrisa parecida a la de aquel cuadro de Da Vinci, concluyó su primera clase con nosotros, cogió su maletín de loco, abrió la puerta como la abren los locos y se fue a otro manicomio sin cerrar las bocas que había dejado abiertas.