Las musas se
han largado esta mañana.
Sin palabras
que las vistieran,
sin odas ni
elegías,
sin vasallo
por sus nalgas moribundo,
sin
canciones de Chavela,
sin rabia ni
pena.
Se han
largado.
Por
traición, por Daniel, por el verbo juguetón.
Quién sabe.
Solo sé que
ya no están...
Y que yo
estoy tranquilo.