domingo, 25 de agosto de 2013

Paranoia.

No sé el origen de la vida ni sé cuál es su propósito. ¿Y si al final la ciencia no tiene nada que ver con todo esto? ¿Y si hay que inventar una nueva disciplina para estudiar lo que nos trajo aquí y su propósito? La vida es pura magia y me resulta muy curioso como una persona puede llegar a emocionarse con cuatro fuegos artificiales, y cómo le fascina observarlos como si se tratase de algo mágico. La mente en sí es algo misterioso. ¿Por qué el ser humano tiene miedo? ¿Por qué necesita creer en un Dios? ¿Por qué cree en lo sobrenatural? ¿Por qué queda fascinado ante algo desconocido? ¿Por qué no es capaz de no sorprenderse? ¿Por qué necesita llorar cuando se encuentra mal? ¿Qué extraña reacción provoca la felicidad? ¿Por qué tiene una sensación de embriagadez cuando observa algo que le fascina? ¿Por qué se enamora? ¿Qué es lo que hace que pueda inventar historias? ¿Hasta donde llega la imaginación? ¿Puede ser ésta una solución a nuestros grandes enigmas? ¿Por qué existe la vida? ¿A qué hemos venido aquí? ¿A dónde vamos? ¿De verdad la vida es tan simple y organizada? ¿De verdad no existe la eternidad? ¿Por qué cuando empezó la vida no estaba ya evolucionada? ¿Por qué nos han hecho trabajar tanto? ¿Hasta dónde tenemos que llegar? ¿Llegaremos a un punto en el que no queramos saber más sobre nosotros? ¿Por qué el primer ser vivo no sabía la respuesta a su origen? ¿De verdad habrá algún humano que logre contestar a estas preguntas antes de que nuestra especie se extinga? Supongo que vivimos felices y conformes en esta ignorancia.

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