domingo, 23 de marzo de 2014

BIENVENIDOS. BIEN-VENIDOS...


...al hogar de los que llevan el techo sobre el costado. Aquí serán recibidos como burgueses, políticos, clérigos o degenerados. Aquí las noches son tan largas como nos permitan las velas que alumbran nuestros pintorescos rostros. Pongan sus ojos en el suelo y procuren no tropezar con algún zapato de tacón. La nocturnidad tomará el control de toda situación. Atrévanse a deslumbrarse con nuestras mujeres y garzones. Bajo las luces de este antro todos ustedes pueden sentirse como auténticas estrellas. Atusen sus bigotes y decoren sus labios porque reviven las pasiones del clasicismo cada noche en este salón. Bailen sin cuidado y fumen cuanto puedan. Gocen como auténticos animales. Déjense guiar por sus más indomables instintos. Caminen como primates, arrástrense por el suelo inmundo como reptiles. Finjan ser intelectuales y hablen de política y ciencias. Corónense como reyes absolutos del lugar y coman como privilegiados. Disfrácense de jueces medievales, damas de pomposos vestidos o estadounidenses de los años veinte. Les reto a ser desmesurados: Beban vino y champán. Rían, besen y hagan el amor. Desoriéntense. No reparen en consecuencias.  Suelten las riendas y relinchen cuan caballos. Pierdan el conocimiento. Olviden la ética, olviden que existe una avenida llena de seres mundanos tras esa puerta. Ríjanse por la bravura de sus sentidos. Escuchen con atención nuestros gritos cargados de musicalidad y vicio. Les exijo que degusten con subjetividad cada clave de sol, cada bemol, cada paso en falso. Deléitense con el arte que desprende la escena que inundará en breve esta sideral zahúrda. Que comience el espectáculo.