Nada serio,
amigo,
Nada que
logre remolcarme
De este
rebujo de luna.
Mírame de
noche, amigo,
Ríete,
Vois sur ton
chemin,
Siémbrate en
el suelo
De mi
esperpento.
Que no te atormente
el cielo que nos riega, amigo.
Por la noche
se desmonta
Y se vuelve
a su cajita,
Dentro de mi
pecho.
Bésame los
morros del alma, amigo:
Para eso
estoy aquí.
Para acercarte el viento,
Para sobar
el escarmiento,
Para tocarte
mientras te miento.
Toma
asiento, amigo:
Las vistas
desde aquí
Saben a
cuerpo.
Todos los
días amanece,
Qué remedio.
Amigo, yo
estoy aquí
Porque
pienso que me debo
Sentir que
estoy despierto,
Y tú no eres
más sabio
Ni más
cuerdo que otro,
Pero eres
cierto.