sábado, 13 de abril de 2013

Hola. Bueno, creo que ya nos conocemos. Hace tiempo que te veo pasar por mis manos y siento que me estoy enamorando de ti. Cada vez te necesito más. Cada vez necesito indagar más y más en tu cuerpo blanquecino, buscar cada día un sentido más completo a mi existencia a través de ti. Cuando te veo en las manos de otro siento envidia porque sé que lo hacen mejor que yo y que adquieres mayor importancia cuando estás con ellos. También he observado que cada uno te utiliza como quiere y tú permaneces indiferente. A veces albergas las mentiras más grandes y otras las verdades más absolutas y aún así, admiro tu sencillez, tu embriagadora naturaleza simplificada. Hay veces que pareces estúpida y otras, rebosas de inteligencia. Recuerdo que una vez te besé, pero no obtuve respuesta y hasta el día de hoy he permanecido escribiendo sobre tu cuerpo virgen mientras duermes. No entiendo por qué te buscan y te encuentran tan fácilmente y por qué casi siempre te inclinas más hacia los más mayores. Yo soy joven todavía y quizás te parezca un simple garzonete, pero te aseguro que algún día sabré tratarte como te mereces.  Si estuvieras en mis manos y con tal de que lo estuvieras escribiría sobre tu piel con sangre si fuera necesario. 
Hoy por fin ha llegado el momento de que sepas todo esto que siento por ti y me gustaría que supieras que estás cambiando mi vida, querida hoja de papel.

domingo, 7 de abril de 2013

La vida es un cúmulo desordenado de circunstancias absurdas. Puede pasar todo, mucho, poco o nada.