miércoles, 18 de diciembre de 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

"Éxtasis, lujo, champán, vicio, esquizofrenia, florecimiento, brote, surgimiento, velocidad, desmesura, seres alados, desinhibición, vino tinto, descontrol, desmelenamiento, revelación, revolución, extravagancia, maquillaje, berridos, banderas, orgullo, sudor, diez mil guitarras al unísono, pelucas, dilatación, derramamientos, gritos, locura, oscuridad, improvisación, desnudos, carcajadas, disloque, cigarros, cabelleras a los cuatro vientos, RENACIMIENTO."

martes, 10 de diciembre de 2013

ηδονή.

El día había caído en picado y la luna cargada de vicio y alaridos se colocaba lentamente sobre el techo que cubría aquel caserío del desarme a las afueras de la vieja capital en la que todavía se escuchaban gritos que anunciaban la revolución. La cama de aquella habitación chirriaba de manera desmesurada mientras los berridos atragantados anunciaban una noche velada por el placer. Las pasiones parecían haberse adueñado del sentido de todo ser vivo que deambulaba por aquel camastro. Las espaldas empezaban a ser lodo marcado por las huellas del salvajismo enamorado. Se fundían los géneros y los números en aquella cópula gramatical desmedida.  Los dedos arañaban las sábanas. Los labios besaban con euforia cada poro. Los cuerpos dejaban de ser materia para convertirse en almas rendidas al hedonismo. Sonaban ladridos en francés. Los ojos se abrían con fuerza y las miradas dominaban la razón. El sentido de la vida se mostraba en todo su esplendor...

lunes, 25 de noviembre de 2013

"Cuando voy caminando por la calle, me miran como quien ve una bolsa vieja y rasgada e ignora por completo que en su interior guarda millones de dólares, o mil monedas de oro, o la carta de un niño que tiene un sueño, y no cualquier sueño."
Me miras con fascinación mientras muevo el bolígrafo sin estar escribiendo. Y vuelvo la mirada hacia ti. Y no logro comprender que hace que tus ojos se iluminen de esa manera. A penas alcanzo a comprender cómo has tocado mi alma con esos dos dedos traviesos que tienes, cómo busca tu voz el viento para tocar mi oído. Vuelvo a mirar mi folio y de repente me estremezco pensando que eres el rostro que me esperaba a las puertas de Bohemia. Y vuelvo a mirarte a la cara. Ahora eres tú quien observa un punto muerto buscando alguna clave de sol que alegre tu día. Mis musas me gritan que vuelva a mis pensamientos, que ando confundido, que estoy deambulando por el mármol sin rumbo. Pero, oye, no quiero escucharlas: Mis latidos cantan en otro tono.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Con una venda en los ojos voy a enfrentarme a la verdad.

sábado, 9 de noviembre de 2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Y por qué no ser feliz en esta vida y todas las que quieran venir?

No sé si será que esto de la filosofía me está tocando el seso demasiado o es la bendita euforia de los dieciséis, pero he llegado a la conclusión de que nosotros, los que tenemos pocas armas para averiguar el principio y el fin de nuestra existencia, debemos utilizar nuestra inteligencia hasta la saciedad pero no dejar nunca de vivir, no buscar la felicidad, sino disfrutar de ella a través de los placeres que tenemos más a mano e intentar alcanzar aquellos que se nos escapan. Y con esto quiero decir que debemos utilizar todos esos tópicos clásicos sobre el 'carpe diem', 'tempus fugit', pero no con la idea de que se acaba nuestra vida, sino pensando en que hay que disfrutar el momento, por lo que pueda venir. Si es verdad aquello de  que algún día nuestra alma se deshará de lo que la cohibe y que la felicidad plena se encuentra en el más allá, ¿qué perdemos usando el placer en nuestro provecho? Y no digo para nada que perdamos de vista el conocimiento, pues a mi parecer, es algo esencial para que nuestro espíritu no pase hambre. Saber extraer a cada momento eso que nos da ese bienestar, disfrutar hasta de los días tristes y oscuros, exprimir el presente sin olvidar para nada el futuro, despreocuparse un poco, no conformarse con nada, llorar cuando haga falta, aprender, observar, hincar el diente a todo lo hincable, enloquecer de vez en cuando, gritar de rato a rato, saborear el arte y, que si todo fluye y todo pasa, con ello voy yo y quiero sentir ese tiempo corriendo por mis venas. Habrá quien no sepa de lo que hablo, habrá quien no comparta lo que yo digo, pero estas son mis sensaciones y así las he contado, y así quiero darle sentido a mi vida.

lunes, 28 de octubre de 2013

Enamórate.

Te invito a que te enamores de mis ganas de pegarle un mordisco a la cumbre de las montañas, de mis días rojos y apasionados, de mis tardes melancólicas, de mi meticulosidad a veces absurda, de mis ojos embarrados, de mis manos maleducadas, de mi palabras vanas, de mis palabras sensacionales, de mis dibujos escondidos, de mis carcajadas sin argumento, de mi acento al hablar francés, de mis orejas frías cuando aprietan los días crudos, de mi amor por los sentimientos, de mis lágrimas desmotivadas, de mis ironías rudas, de mis sarcasmos desorientados, de mi mirada al despertar, de mis dudas desordenadas, de mi espíritu rebelde, de mi cordura desmelenada, de mi cabeza pensante, de mi torpeza injustificada, de mi optimismo y mi esperanza, de mis canciones vagas, de mis silencios profundos, de mi cara de idiota, de mis dedos nerviosos, de mi cuerpo imperfecto, de mi espalda oscurecida, de mi entusiasmo cuando algo me fascina, de mis labios necios, de mis inquietudes y de mis miedos, de mis ideas, de mis múltiples defectos, de mi arte particular, de mi forma de ver el mundo, de mis decisiones poco acertadas, de mis sentencias, de mi inconformismo, de mi diversidad, de mis desganas, de mis pies andantes... Y de paso, ¿por qué no? Enamórate de mí.

sábado, 26 de octubre de 2013

Inspiró y expiró profundamente en aquel momento, y siguió maullando como un gato sin dueño. Y después gritó ante aquel océano de luces pálidas y tiritonas, gritó con rabia a aquel maldito astro que todavía no había dicho palabra cuando ella ya había sentenciado su frase más legendaria. Y la luna se limitaba a sonreír simplemente, como hacían todos cuando ella les contaba que era un alma extranjera en el universo. Y nadie imaginaba lo que susurraba su espíritu cada noche cuando estaba a solas con las tildes abstractas que le daban tono a sus palabras. Se sentía feliz pero echaba de menos los días grises, por eso se tragaba de vez en cuando alguna puñalada. Era indomable su capacidad para tergiversar los besos desganados con las luces pálidas y las horas que conformarían el futuro.

martes, 22 de octubre de 2013

Francés para mi corazón. Mi corazón cobarde. Que no entiende de días ni noches. Ni horas perdidas ni agujas mareadas. Ni películas de amor ni lágrimas de lagarto. Maldito cabrito, que sólo sabe que se excita. Maldito ignorante, que vive del placer y me reta a amar. Y me reta a encender el fuego. Y yo, bendito amante de los días parisinos, caigo a sus pies rendido.

domingo, 20 de octubre de 2013

Cuando el mago se cansa de hacer magia, habla del tiempo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Una historieta de estas que dura un fin de semana pero de esas que recuerdas el día de tu muerte, un beso de esos que alteran el pulso, una mirada de esas que crean sueños, un día que grite que es libre, una pajarita en ese tipo de camisas que te quitan en un arrebato de pasión, un dedo instruso, un berrido de placer, una avenida vacía y cinco amigos contentos, un hippie con traje y corbata, cuatro idiotas asomados por la ventanilla del coche con la lengua fuera...

lunes, 14 de octubre de 2013


Uno comienza a amar de forma incesante, inevitable e irracional.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Hasta el niño más bueno se sale de su camino alguna vez, aunque sólo sea para andar por las cunetas y experimentar lo que es pisar los charcos. Algún día se cansará de tocar barro y volverá al asfalto. Pero nunca olvidará el placer que supone revolotear de vez en cuando entre lo firme del camino y lo inestable de la cuneta.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Buenas. Hoy vengo a hablar de un tema que, al igual que toda la filosofía en general, suscita una curiosidad o interés que llega a causarnos una fuerte confusión. Quiero hablar de la ciencia. Esta disciplina que fue ocupando poco a poco cada uno de los campos que conformaban la filosofía, tiene un cierto auge y mucha gente supone y espera que ésta explique algún día cada fenómeno que ocurre en el universo y llegue a resolver la mayoría de las dudas existenciales que al ser humano, desde su etapa más inquieta, le provocan una auténtica confusión y unas ansias bastante exageradas de conocer sus orígenes y sus límites. Vengo a opinar que la ciencia, desde que comenzó a descubrir los pequeños misterios de la vida, no ha saciado para nada sus ganas de encontrar una explicación para todo. Y no dudo de que algún día la encuentre (si no desaparece antes la raza humana), pero todo esto conlleva un incoveniente que puede dar lugar a una profunda depresión progresiva del ser humano porque, y no tengo duda alguna, algún día encontraremos una respuesta totalmente indiscutible a una de las grandes preguntas que ha formulado el hombre y esa explicación, esa respuesta, nos desagradará. Y entonces alguien se preguntará: "¿Y si preferíamos ser ignorantes y no conocer una verdad tan absoluta como la que puede promulgar la ciencia?" Y es aquí donde entra esa parte mística, junto con la religión, el pensamiento, la fantasía y la respuesta individual que cada uno le da a los grandes interrogantes (si intenta darle respuesta). Con esto pretendo expresar que es preferible que siga habiendo siempre alguna pregunta que la ciencia no responda, porque es esto lo que le da al ser humano un pequeño campo libre de comprobaciones y racionalidad en el que puede llegar a diferentes formas de interpretación y donde puede inventar una realidad propia en la que él mismo sea feliz. Y es que, a veces, es mucho más interesante no conocer lo que uno siente, lo que es o hacia donde se dirige, porque esto le da la libertad que su mente y sus sentimientos necesitan. Con esto quiero llegar a que no debemos olvidar que existe una parte irracional del ser humano que le hace diferente a los demás y que permite que las ciencias místicas, la filosofía y el área abstracta de los estudios y de la civilización sigan vivas. 'No sé si me explico. Y eso me resulta realmente interesante.'

jueves, 19 de septiembre de 2013

Una noche de julio, a las tantas de una noche cuyo amanecer era ya inminente, en una calle empapada por la incesante lluvia nocturna de la capital del antiguo imperio, andábamos tú y yo cantando himnos de viejas glorias y gritando que éramos jóvenes y libres mientras bebíamos whiskey de garrafón como dos fracasados encantados con su fracasada vida. Deambulábamos como dos esquizofrénicos y nos tropezábamos a posta para poder tocarnos un poco o para alimentar nuestras carcajadas que cortaban el silencio de aquella oscuridad mojada. A duras penas logramos entrar en tu casa y, dando el último trago de whiskey, me abalancé sobre ti en aquella bañera de mármol que estaba medio llena con el agua que se colaba por aquel techo destartalado que tenías.Y allí no tuve nada más que hacer, ni tú, ni siquiera aquella vecina que nos gritaba en italiano mientras nosotros nos desgarrábamos bajo la atenta mirada de tu cuadro de Kurt Cobain.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Te despiertas una mañana y, mirando al techo, susurras: "Resulta que al final soy más humano de lo que yo mismo me había hecho creer."

martes, 3 de septiembre de 2013

“Maldita loca, maldito huracán de labios rojos.” Eso pensaba cada vez que se plantaba ante mí, embriagándome con su presencia. Luego me sonreía y nadie sabe la de reacciones químicas que se desataban en mi cuerpo estremeciéndome por completo. Después me comenzaba a hablar y sentía la necesidad de olvidar todo en lo que creía y rendirme ante ella. Cada cigarro que se fumaba, cada café que tocaba con la piel de sus labios... Todo era ya salvaje, como ella. Pero sus muerdos, oh Dios, eso no es comparable a nada que pueda expresar con palabras.

domingo, 25 de agosto de 2013

Paranoia.

No sé el origen de la vida ni sé cuál es su propósito. ¿Y si al final la ciencia no tiene nada que ver con todo esto? ¿Y si hay que inventar una nueva disciplina para estudiar lo que nos trajo aquí y su propósito? La vida es pura magia y me resulta muy curioso como una persona puede llegar a emocionarse con cuatro fuegos artificiales, y cómo le fascina observarlos como si se tratase de algo mágico. La mente en sí es algo misterioso. ¿Por qué el ser humano tiene miedo? ¿Por qué necesita creer en un Dios? ¿Por qué cree en lo sobrenatural? ¿Por qué queda fascinado ante algo desconocido? ¿Por qué no es capaz de no sorprenderse? ¿Por qué necesita llorar cuando se encuentra mal? ¿Qué extraña reacción provoca la felicidad? ¿Por qué tiene una sensación de embriagadez cuando observa algo que le fascina? ¿Por qué se enamora? ¿Qué es lo que hace que pueda inventar historias? ¿Hasta donde llega la imaginación? ¿Puede ser ésta una solución a nuestros grandes enigmas? ¿Por qué existe la vida? ¿A qué hemos venido aquí? ¿A dónde vamos? ¿De verdad la vida es tan simple y organizada? ¿De verdad no existe la eternidad? ¿Por qué cuando empezó la vida no estaba ya evolucionada? ¿Por qué nos han hecho trabajar tanto? ¿Hasta dónde tenemos que llegar? ¿Llegaremos a un punto en el que no queramos saber más sobre nosotros? ¿Por qué el primer ser vivo no sabía la respuesta a su origen? ¿De verdad habrá algún humano que logre contestar a estas preguntas antes de que nuestra especie se extinga? Supongo que vivimos felices y conformes en esta ignorancia.

lunes, 19 de agosto de 2013

Me siento como un artista. Me encanta disfrutar de la textura del agua en las yemas de los dedos. Me gusta inventar historias de locos. También adoro darme cuenta de cuando un momento va a formar parte de mi historia o de cuando una persona me embriaga con su presencia. Prefiero las gotas de lluvia en el pelo y el olor a tierra en el cielo. Me fascina impresionarme, el manejo de un bolígrafo en el folio, la música en los momentos eufóricos, la luz tibia en los ratos melancólicos, el café en las manos, el brillo en los ojos, el fuego en la mente, las carcajadas verdaderas, el beso injustificado, la sensación de que no hay nada que pueda estropear tus sueños, el hablar de las gentes, los hechos que harán historia, los pelos de punta en el momento más injustificado, los labios rojos, los brazos masculinos, las curvas incorrectas, la pasión incoherente, el sentimiento de que nada puede pararte, la superación de un miedo, el aire fresco en la piel descubierta, un papel ante la mirada en los días tristes, lo invertido, las camas deshechas, los armarios cerrados, las ventanas abiertas, lo extravagante, el zumo derramado, las siestas automovilísticas, los sueños irracionales, las camisas blancas y las camisetas anchas, la esperanza de encontrar mi porvenir, los proyectos de futuro, el deseo desmesurado, el salvajismo controlado, las ganas de volar, los profesores que hablan sin pausa, las colonias suaves, los callejones con salida, las eras de arroz, el detalle adecuado en el mejor momento, los pasillos exhaustos, el cielo nocturno en silencio, la tranquilidad, el estrés con gusto, las caras de sorpresa, las lágrimas de emoción, la atención de todos, los labios carnosos, las espaldas duras, la diversidad, las últimas noches del año, los últimos días antes de un gran acontecimiento más que el acontecimiento mismo, los dedos sobre la piel y la satisfacción de que ésta es sólo una pequeña parte de mi persona.

Cada vez veo más absurdo el hecho de tener que explicar lo que sientes y piensas al mundo. Cuando el mundo comience a ser crítico y no un cúmulo de ignorantes, hablaré con toda sinceridad y dejaré de comportarme como un auténtico hipócrita.

miércoles, 31 de julio de 2013

Más idiota, más animal, ¿más feliz?

El hecho de pensar le hace al ser humano ser más infeliz muchas veces. Y quien razona se está torturando en vida. Si todos fuéramos un poco más idiotas, o simplemente, menos humanos, pues la razón es lo que nos caracteriza, yo pienso que seríamos quizás más felices. Pero qué bendita contrariedad, pues si fuéramos más tontos y por ello más felices, ya no seríamos humanos; volveríamos a ser como perros que ladran cuando algo les duele o les molesta, como gatos astutos y silenciosos, como linces precabidos, como tigres devoradores o como pájaros que no hacen otra cosa más que volar y comer. Aunque... pensándolo bien... ¿no es ese el sueño de todo ser humano: vivir como un animal, sin preocupaciones y volando libre? Ahí lo dejo.

miércoles, 17 de julio de 2013

Las bocas abiertas.


“Bienvenidos, alumnos, a su primer año dentro de este lúgubre edificio al que algunos llamarán "instituto" y otros "cárcel matinal". Como casi todo en la vida, en esta clase existe la mezcla más heterogénea que jamás he visto. Y no me refiero a su nivel intelectual, sino a sus miradas. Por un lado observo algunas miradas de ilusión fusionadas con un pequeño puñado de nervios. Por otro lado observo miradas relajadas y conformistas que al final del curso manifestarán la misma tranquilidad para camuflar su asfixia vital. También he avistado por ahí alguna mirada de terror o tristeza que todavía no consigo descifrar. ¿Qué opinan ustedes? ¿Es de verdad el fin último de la vida la felicidad? Es decir, ¿debemos observar el horizonte con el único fin de ver la puesta de sol o debemos esperar un día entero para observar como a veces ese astro gigantesco nos quema, se esconde y huye de la noche despavorido?
Noto un cierto clima de tensión y en algunos rostros contemplo un gesto de confirmación del tipo “Era verdad lo que decían los mayores de que el instituto es difícil”.
Pero, señores, debo aclararles que esta cuestión no es algo que ustedes deban responder en este preciso momento, ni mañana. Incluso puede que ya la hayan respondido y ni siquiera lo sepan. La respuesta más justa a este planteamiento la encontrarán cuando sean ustedes capaces de observar en la vida algo más que el estudio, el trabajo y la sociedad.
Será entonces cuando muchos de ustedes destaquen en su interior con respecto a los demás. Y con los demás no me refiero a su grupo de amigos, sino al resto del mundo. Y les explico esto ahora porque creo que para pensar así en la vida hay que tener un punto de locura que los demás no apreciarán pero que les ayudará de una manera brutal a abordar cada obstáculo y, sobre todo, cada hecho positivo que se digne a acontecer en su vida. Debo confesarles que yo ya sé la respuesta a esa pregunta, pero desde hoy en adelante estarán ustedes sometidos al mayor examen que existe y del que nadie sale con vida. Por lo tanto, si han estudiado, lograrán aprobar antes de morir; pero si no lo han hecho, morirán ustedes suspensos, pero no sólo académicamente, sino también suspensos de una cuerda a la que llamaremos “incógnita”. Esta locura que les acabo de contar la tengo grabada de mi puño y letra en el corazón y todo gracias a esa pequeña pizca de locura que algún día supe encontrar en el mejor momento. Insisto en que guarden estas palabras en su mente y recuérdenlas en el mejor momento, pues será entonces cuando le sirvan para algo estas cuatro o cinco frases mal conectadas lógicamente.”
Y con eso y una sonrisa parecida a la de aquel cuadro de Da Vinci, concluyó su primera clase con nosotros, cogió su maletín de loco, abrió la puerta como la abren los locos y se fue a otro manicomio sin cerrar las bocas que había dejado abiertas.

miércoles, 3 de julio de 2013

Como un soñador sin sueños, como un escritor sin pluma, como un Quijote sin su Sancho.

martes, 2 de julio de 2013

No me encuentro. Miro esa fotografía y no me encuentro. Sólo veo un cuerpo inerte que sonríe en un último intento de ser inmortal o feliz, yo que sé. Y vuelvo a mirar un par de veces y no me distingo. Me siento bien pero no lo comprendo. Creía que lo estaba haciendo bien. Creía que iba por el camino correcto. Y ya ves, me he mirado una vez más y he quemado esa imagen. Quizás por dentro yo también esté ardiendo y quizás mi mirada parezca más intensa cuando alguien vea esta hoguera y la sofoque.

domingo, 16 de junio de 2013

Estoy buscando sal en el azucarero. Estoy intentando volar sin alas. Parece incoherente, pero... Quizás alguien metió la sal en el azucarero por error y quizás haya otras formas de volar. Y... bueno, a este paso os moriréis sin conocerme.

lunes, 3 de junio de 2013

Si algo aprecio de mi persona es que vivo en una constante fantasía. Nada me es eterno. Parece que sobrevivo gracias a esos ratos que paso a solas con mi espíritu, cantando o entonando blues. Siempre permanezco agusto con mi interior, porque en mi mundo no existe nada imperfecto (en mi mundo), porque siempre hay palabras bonitas y lugares increíbles que descubre la mente en su soledad. Es un sentimiento tan fuerte el que me absorbe cuando la fantasía se apodera por completo de mi ser... Jamás reventaré ante los demás porque reviento ante mí mismo. Si tengo dudas me enciendo un foco y me interrogo ante la habitación, inmensa en ese momento. Si tengo ganas de ser libre, grito algo fuerte y me imagino el viento descolocándome las ideas. Si tengo ganas de soñar, me tumbo en el sofá e imagino con la persona más imperfecta haciendo el amor ante el mundo. Si quiero morir, me tiro al suelo y, estremecido por las respuestas que encuentro, me levanto de un respingo y sigo viviendo. Soy un soñador bastante particular.

Me siento como la firma de un tuerto. Pintarrajeada en una hoja de papel sin custodia, libre y huérfana.

sábado, 25 de mayo de 2013

No conoces el origen de la vida y pretendes comprender el amor, pequeño ignorante.

lunes, 13 de mayo de 2013

Seamos realistas. La vida no es como nos contaban en los cuentos. Tampoco es como nos decían nuestros maestros. A penas se parece a lo que veíamos en las noticias. Ni siquiera tiene un ligero parecido con lo que nos enseñaban las películas.  ¡La vida es mucho mejor de lo que nos cuentan, señores! ¡La vida es vida! Y será vida mientras haya gente que se levante de un salto y con una sonrisa los lunes.

sábado, 11 de mayo de 2013

jueves, 9 de mayo de 2013

No me considero para nada diferente, por supuesto que no. 
Evidentemente, es el mundo el que me lleva la contraria.
Quizás hayamos hablado dos veces o trescientas, no sé. Pero cada vez que la tengo cerca no puedo controlarme. Me paralizo y derrapo, o doy mil vueltas, o nazco otra vez, o muero y resucito, o me quemo y ardo, o grito y vuelo, o la miro y la agarro, o la odio, o la quiero...

sábado, 13 de abril de 2013

Hola. Bueno, creo que ya nos conocemos. Hace tiempo que te veo pasar por mis manos y siento que me estoy enamorando de ti. Cada vez te necesito más. Cada vez necesito indagar más y más en tu cuerpo blanquecino, buscar cada día un sentido más completo a mi existencia a través de ti. Cuando te veo en las manos de otro siento envidia porque sé que lo hacen mejor que yo y que adquieres mayor importancia cuando estás con ellos. También he observado que cada uno te utiliza como quiere y tú permaneces indiferente. A veces albergas las mentiras más grandes y otras las verdades más absolutas y aún así, admiro tu sencillez, tu embriagadora naturaleza simplificada. Hay veces que pareces estúpida y otras, rebosas de inteligencia. Recuerdo que una vez te besé, pero no obtuve respuesta y hasta el día de hoy he permanecido escribiendo sobre tu cuerpo virgen mientras duermes. No entiendo por qué te buscan y te encuentran tan fácilmente y por qué casi siempre te inclinas más hacia los más mayores. Yo soy joven todavía y quizás te parezca un simple garzonete, pero te aseguro que algún día sabré tratarte como te mereces.  Si estuvieras en mis manos y con tal de que lo estuvieras escribiría sobre tu piel con sangre si fuera necesario. 
Hoy por fin ha llegado el momento de que sepas todo esto que siento por ti y me gustaría que supieras que estás cambiando mi vida, querida hoja de papel.

domingo, 7 de abril de 2013

La vida es un cúmulo desordenado de circunstancias absurdas. Puede pasar todo, mucho, poco o nada.

domingo, 3 de marzo de 2013

Me he quedado 14 minutos mirando tu foto. No recordaba que me enamoró de ti. Sigo sin recordarlo. Sigo enamorado.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Au revoir, 2012.

Y de nuevo nos enfrentamos a ese extraño momento en el que la ilusión y la curiosidad se fusionan con la melancolía y la añoranza en un instante en el que miramos al abismo con miedo pero con el pensamiento de que abajo vamos a encontrar una especie de Atlántida. Para mí acaba un año lleno de revelaciones, descubrimientos y liberaciones. Ha sido un año en el que he aprendido a gozar como un perro con cualquier idiotez, a disfrutar de las tonterías más alejadas de la cordura, a conocer mis pasiones más ocultas. He descubierto la buena música y lo que para mí significa, he vivido los momentos más felices al lado de la gente a la que quiero, he tenido muchas discusiones, pero todas con una importancia sumamente grande en su comienzo y eternamente ínfima en su final. Ha sido tan importante porque me he enseñado a mí mismo que la vida tiene un sentido especial si tú quieres, que puedes disfrutar de todo si quieres, que puedes experimentarlo todo sin miedo alguno al desprecio, que todos tenemos un objetivo en la vida. Amo tanto este año porque me ha cambiado completamente, él y las circunstancias que han ocurrido dentro de él, que han discurrido desde una pasión platónica hasta los deseos indecentes de una mente que ya no pertenece a la adolescencia. He madurado sin duda, he aprendido a valorarlo todo, a crearme un ideal que me ayude a vivir dentro de esta suciedad. Perdonadme por abusar de este tópico optimista, pero me siento tan bien... Y respondiendo al hecho de que no quiero utilizar más este pretérito perfecto compuesto y que me dispongo a usar un futuro con voz de presente, me despido del 2012 como el año de mi vida, o por lo menos, el año en el que empecé a vivir. Gracias a él y a todas las personas y hechos que lo han hecho posible.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Superviviente.

Lo que es la vida, aquí estoy, a punto de cumplir los dieciséis años, dieciséis... Suena grande, ¿verdad? Para mí la vida no ha sido fácil, nada fácil. Cuando tenía ocho años ví como se me escapaba la infancia de las manos, vi como un puñado de circunstancias me quitaron lo que más quería: mi familia. Como un extraño remolino de hojas secas, a mis ojos, veía como todo se rompía, cada cosa tiraba para un lado y yo, estaba en el medio. Nada más lejos de la realidad, una vez me vi asentado, empezaron de nuevo los problemas, comencé a llorar de nuevo todas las tardes, y sólo era un niño, un niño que perdió esa parte de la vida que es tan importante: la infancia. Suelen decirme que soy muy maduro para mi edad y siempre asiento con un gesto de conformidad, pero toda esta madurez es mucho más profunda que eso. En realidad, he sido un niño muy poco tiempo. Las situaciones por las que he pasado me hicieron deshacerme de todos los juguetes y todas las risas inocentes. La mayoría de la gente no lo ve así, cree que todas esas palabras lanzadas como puñaladas eran cosas de niños, que todos esos desprecios eran simples palabras pueriles. También creían que eso de ver como los esquemas de mi familia se rompían no me afectó lo más mínimo; se pensaban que no lloraba en silencio cuando me encerraba en mi habitación cada noche. Y ahora parece que lo he olvidado todo, parece que he vuelto a ser ese niño risueño que era con cinco años. Pero no hace falta ser un erudito para saber que todo ese conjunto de sucesos, esas palabras despectivas, esas lágrimas que me tragé y las que solté me han hecho así de grande, así de fuerte, así de irrompible. Como decía al principio, ya voy camino de los dieciséis y, para que voy a mentir, me siento fuerte ahora mismo, pero no soy feliz, no lo soy, porque veo fotos de la gente, fotos de como unos niños salen riendo con sus padres, abrazados, juntos todos, de como las amistades de la infancia siguen ahí y, como dije, he tenido que ver como todos mis esquemas se destrozaban y he tenido que vivirlo de primera mano y por eso, nada me perdura. Todo lo que tengo ahora mismo es una nueva construcción después de que un huracán lo haya destrozado todo y se lo haya llevado todo por delante. Me puedo dar por satisfecho por haber sabido encontrar agua donde no había ni árboles.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Mientras sigan cayendo lágrimas de mis ojos, mientras todavía sea capaz de volverla a sonreir tras cada discusión, que viva tranquila.

domingo, 7 de octubre de 2012

Crecer no significa dejar de soñar.

Al parecer, estoy creciendo, o eso dice mi garganta. La vida me va cambiando y a mis ojos todo empieza a ser diferente, todo deja de ser ese mundo de serpentinas en el que vivía hasta hace bien poco. Veo el mundo mucho más necio, más cínico, más hipócrita. La gente miente y se esconde. Descubro que el dinero no crece ni en los árboles ni en el banco. Comprendo porque me grita mi madre, porque se disgusta cuando llego tarde. También observo que el mundo es más positivo de lo que yo creía cuando descubrí todo lo malo: La gente protesta por lo que quiere, lucha, sonríe, se enamora locamente, busca, encuentra, experimenta, imagina... Y es esa la faceta que más me gusta del mundo real, que aún siendo oscuro y preocupante, quedan personas que, viviendo en la realidad, idealizan sus pensamientos para no adentrarse en la agridulce sociedad. Pero no son ilusos de la vida. Sólo intentan vivir la vida camuflando los problemas y solucionándolos en secreto, sin que nadie note que también sufren, porque idealizan su dolor, lo camuflan; pero en el momento justo, se desahoga y lo escupe. Y es ese mi lema, y es esa mi filosofía.

jueves, 30 de agosto de 2012

Hay personas, que aunque siguen a nuestro lado, parece que nos dejaron hace tiempo.

Siempre me ha gustado ser diferente.

No me gustaría morir sin haber descubierto lo que se siente al vivir verdaderamente. No me gusta ser un oyente más de esos que escuchan las palabras vanas de un cutre locutor comprado por una cadena, me gusta ser el locutor, y con mis palabras hacerle el amor a mis oyentes. Cuando tenga problemas, no quiero ser de esos que se ahogan en un vaso de agua; me quiero ahogar en las alegrías restantes. No quiero escuchar los "te amo" de una generación, quiero ser ese que los pregona, no por los cuatro vientos, sino por aquellos vientos que llegan a quienes lo merecen. No quiero escribir palabras, quiero escribir sentimientos. No quiero vivir atado, quiero volar por las notas de la canción de mi vida, por los acordes de cada circunstancia, por los bemoles de los errores que cometo. No quiero ser perfecto, quiero conquistar los errores y reinar las virtudes. No quiero viajar por los paises que todos conocen, quiero viajar por las sensaciones, experimentar cada beso, cada mirada, cada caricia: Llegar más lejos de lo que nadie ha llegado. No quiero avistar una nueva tierra, quiero pisarla. No quiero esconderme, quiero descubrirme, conocer, y que me conozcan. Quiero llegar al límite, sentir lo inexplicable, explicar lo inexistente. No pretendo explicar la libertad, pretendo explicar mi libertad. Quiero ser diferente, vivir con diferencia y morir protagonista.

miércoles, 15 de agosto de 2012

De repente apareces, así como si nada, delante de mi rostro, y yo me quedo mirándote, enajenado, embobado con tus labios, hipnotizado con tu mirada y envuelto por tu misterio. Al principio, el corazón no me deja hablar; pero más tarde la mente me ayuda y te digo un estúpido "¿Qué tal?". Tú me respondes con esa voz que sigue poniéndome a tus pies después de tanto tiempo. Sin pensar en tu reacción, pero sí en tu figura me doy la vuelta y sigo bailando. Después me tiras de la mano y bailas conmigo. Es increíble como puedo escuchar ese silencio estremecedor cuando no se escucha ni tu voz entre la música. No se que más decirte, entonces permanezco mirándote hasta que se cruzan nuestras miradas y entonces prefiero huir corriendo antes de escuchar de nuevo tu voz. Con los nervios a flor de piel te digo que me voy y tú sin rechistar me saludas tímidamente con la cara mientras yo me mantengo embelesado contigo. Alguien tira de mí, y me saca de ese silencio en el que ni tú ni nadie podría haber penetrado. Estoy convencido de que esto ya no es amor, pero es algún tipo de sentimiento. Ignoro de que tipo es, lo único que quiero saber en este momento es si algún día te quise realmente o simplemente fue un estúpido espejismo que vio mi corazón entre mis entrañas.

sábado, 28 de julio de 2012

Querido destino, querida vida, querido pasado, en este tiempo que llevo sin escribiros he aprendido un poco más de la vida. He descubierto que no todo se construye sobre el amor, que es sólo es un ladrillo en el muro de tus objetivos; que en la vida disfrutar de tus pasiones y liberarte es prioritario; que sonreir es algo que hacemos para desahogar los sentimientos buenos y ahogar los malos. Querido destino, querida vida, querido pasado, soy un fruto inmaduro en esto de la vida, pero ya tengo las ideas necesarias para sobrevivir en el camino de conseguir mis objetivos.

domingo, 13 de mayo de 2012

Tú, pequeño destello, enséñame a volar,
a resbalar por las gélidas paredes de la confianza de una mujer,
a huir de las imprecisiones del destino,
a esperar las confusiones del futuro.
Tú, pequeño destello, enséñame a confundirme.

viernes, 27 de abril de 2012

Desde fuera, aquel lugar parecía insólito, extraño, olvidado. Con extrema lentitud y con aliento desgarrado abrió la puerta de aquel lóbrego lugar. Sonaba como el llanto de un bebé que llevaba tres meses sin ver a su madre. Y allí, todo sonaba igual, los ecos de los ruidos, los suspiros de la mujer, que desesperada, se arrodilló ante el altar. donde había una vieja escultura tallada en cobre, pero que llevaba mil años sin ser tocada... De repente, sonó como a arrodillarse, se le rompían las rodillas y se escuchó como le crujía el corazón. Con un dolor incesable miró hacia el cielo y juntó las manos pronunciando:
-Querido destino, perdóname.
Y pasados unos segundos, bajó la cabeza y cayó lentamente sobre las viejas piedras de aquel templo primitivo.

miércoles, 25 de abril de 2012

Este es el triste cuento de las almas hundidas, en el que cada relato está escrito con la parte más amarga de mí y a la vez la más sentimental.

Pasando de todo, perdí todas las paradas.

miércoles, 11 de abril de 2012

Sonrisas.

Me senté frente a él. Su expresión no era usual, no era la típica de aquella persona que ha vivido la muerte de su niñez a los seis años: Sonreía tristemente. Le miré a los ojos y la ira comenzó a invadir cada entraña de mi cuerpo, lloré al ver lo que allí albergaba, lo que guardaba escrito tras la cornea, escondido en lo más profundo de la pupila. Él me vio llorar y simplemente echó una carcajada.
Entonces descubrí que había convertido toda la tristeza en una dura ruptura con la realidad y como resultado de ello, reía como señal de tristeza.
Me levanté de la banqueta y sin decirle a penas una palabra abandoné aquel lóbrego lugar.