domingo, 24 de julio de 2016

III.

Si me dieran una peseta,
Un marco,
Una corona,
Cada vez que,
Contemplando un crepúsculo,
Un ocaso,
O la noche embadurnada de lucecitas danzarinas,
He evocado apretando los puños
Aquella caja de dientes temblando guasona
De espaldas al campo,
Aquel beso pernicioso
Erigiendo los miedos,
Aquel calzón latoso
Preñado de incesto,
Aquella braga sorda
Escuchando la grama brotar,
Aquel hálito calimoso
Colgando del labio,
Aquel desdén…
Ay, aquel desdén
Sombrío e infranqueable…
Si me dieran una peseta,
Un marco,
Una corona,
Cada vez que me he sentido estremecido
Por el poder imbatible
Que me franqueó el nacer,
No sabría qué hacer
Con tanta nostalgia
En las manos.

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