viernes, 30 de diciembre de 2011

Feliz 2012.

De cada esfuerzo cuelgan las oportunidades, solitarias, meneadas por el viento frio de la mañana estática ante los rayos del sol. Cada esfuerzo hace lo imposible por recuperar su oportunidad. De repente una cae al suelo y emite un pequeño sonido que escuchan las lamentaciones. El esfuerzo, con gran valentía, afronta la situación y con entereza echa a las lamentaciones. Desde lejos se escuchaban éstas, llorando y gritando al vacío. Sin embargo los esfuerzos, tras observar el acontecimiento, se sentaron en una silla frente a la oportunidad estrellada y con sutil delicadeza observan sus extremidades partidas y cada una de las esperanzas que estaban a punto de nacer de su interior. Con una rara sonrisa se dieron la vuelta en busca de otras oportunidades, pues, aunque cada uno sujetaba la suya, y solo una cayó al suelo, las malditas lágrimas quitaron fuerza a los esfuerzos y por ello, todas cayeron despedidas. Los esfuerzos emprendieron el camino, quedando allí olvidadas a aquellas oportunidades, pero contentos, porque saben que no están en peligro de extinción.

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