miércoles, 17 de diciembre de 2014

Tín, tón, tín...

...Piano. Piano sobre mis vértebras. Acabo de nacer. Estoy cargando mi zurrón de intenciones rellenas de tabaco y estruendosos semblantes, viciando mis dedos de buenas noches, portando sin remedio las horas que palpitan. Estoy sembrando hectáreas de luna, cultivando mi jardín de las delicias. Finjo que me preocupan los días efímeros, que me muero de ganas de darle la vuelta al timón y volver al alba. Pero en realidad estoy soplando las velas con ansia, ladrando a las Indias y en dirección a la sien del mañana decrépito, cano, nostálgico, como yo tras el telón algún día, el telón que me cubrirá la cara para esconder mi cuerpo de la mano mundana. Pero yo no permaneceré allí, asfixiado y con las uñas largas. Yo volaré, volaré y sonará un piano mientras surco el cielo y despeino a París. Tín, tón, tín.

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